Pero resulta que, hasta los más involucrados en la fotografía documental algún día nos olvidamos de lo creíble, de lo verosímil y queremos que la realidad que otro representó sea eso: realidad. Durante décadas he escuchado a fotógrafos porfesionales repetir hasta el cansancio, por ejemplo que “muerte de un miliciano” es verdadera. Como si ese combatiente en Cerro Murciano no fuera lo suficientemente heroico por haber actuado su propia muerte. Y lo cierto es que sí, la actuó. Y Capa, sin poder saber que su fotografía alcanzaría la estatura de ícono, envió a la revista francesa Vu, para la que estaba trabajando, no solo la foto de un soldado cayendo, sino de dos. Y por la posición de las nubes del fondo es fácil notar que todo fue realizado con pocos minutos de tiempo entre tomas. En un acto casi ingenuo el 23 de setiembre de 1936 la publicación coloca ambas fotos, una arriba de la otra en la misma página. Si no alcanzara la verificación histórica que dice que ese día en Cerro Murciano no hubo combates , basta con mirar la mano izquierda del combatiente. Está hacia abajo amortiguando la caída. Si hubiera recibido un impacto mortal de bala ambas manos estarían hacia arriba o hacia atrás. En 2009 tuve la oportunidad de visitar en Barcelona el estreno mundial de la muestra sobre Capa y Gerda Taro. La exposición fue armada por el ICP (International Center of Photography) de Nueva York y habían elegido la capital catalana para la primera exhibición. Había una habitación dedicada al contenido de la “maleta mexicana” y una sala para “muerte de un miliciano”. Ahí prolijamente se ponían en evidencia todos los argumentos que desarmaban la tésis de que lo que veíamos había sucedido. La pregunta es: ¿Cuál es el problema de que la foto sólo sea verosímil? ¿Cierta o no, hay un mayor ícono de la heroicidad del pueblo español luchando contra el golpe de estado? Pues para los fotógrafos tanto “la niña con el buitre” como la foto de Capa deben ser verdaderas sin darse cuenta que se alejaron de su origen, del momento en que fueron hechas las tomas y se terminaron convirtiendo, una en símbolo del drama del hambre y la otra en la representación de la lucha por la libertad.
lunes, 11 de abril de 2011
Los íconos de la fotografía documental. ¿Y si no son reales, qué?
Pero resulta que, hasta los más involucrados en la fotografía documental algún día nos olvidamos de lo creíble, de lo verosímil y queremos que la realidad que otro representó sea eso: realidad. Durante décadas he escuchado a fotógrafos porfesionales repetir hasta el cansancio, por ejemplo que “muerte de un miliciano” es verdadera. Como si ese combatiente en Cerro Murciano no fuera lo suficientemente heroico por haber actuado su propia muerte. Y lo cierto es que sí, la actuó. Y Capa, sin poder saber que su fotografía alcanzaría la estatura de ícono, envió a la revista francesa Vu, para la que estaba trabajando, no solo la foto de un soldado cayendo, sino de dos. Y por la posición de las nubes del fondo es fácil notar que todo fue realizado con pocos minutos de tiempo entre tomas. En un acto casi ingenuo el 23 de setiembre de 1936 la publicación coloca ambas fotos, una arriba de la otra en la misma página. Si no alcanzara la verificación histórica que dice que ese día en Cerro Murciano no hubo combates , basta con mirar la mano izquierda del combatiente. Está hacia abajo amortiguando la caída. Si hubiera recibido un impacto mortal de bala ambas manos estarían hacia arriba o hacia atrás. En 2009 tuve la oportunidad de visitar en Barcelona el estreno mundial de la muestra sobre Capa y Gerda Taro. La exposición fue armada por el ICP (International Center of Photography) de Nueva York y habían elegido la capital catalana para la primera exhibición. Había una habitación dedicada al contenido de la “maleta mexicana” y una sala para “muerte de un miliciano”. Ahí prolijamente se ponían en evidencia todos los argumentos que desarmaban la tésis de que lo que veíamos había sucedido. La pregunta es: ¿Cuál es el problema de que la foto sólo sea verosímil? ¿Cierta o no, hay un mayor ícono de la heroicidad del pueblo español luchando contra el golpe de estado? Pues para los fotógrafos tanto “la niña con el buitre” como la foto de Capa deben ser verdaderas sin darse cuenta que se alejaron de su origen, del momento en que fueron hechas las tomas y se terminaron convirtiendo, una en símbolo del drama del hambre y la otra en la representación de la lucha por la libertad.
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