miércoles, 28 de marzo de 2012

El ego de los fotógrafos de prensa


Integrantes de una pandilla posan en una cárcel de Manila (Libro Manila Ed. Gran Sol, 2005)

En un reportaje publicado en la web quesabesde.com el multipremiado fotógrafo español Ricky Dávila dice que le "repugna la falsa épica del fotógrafo audaz que tan de moda parece estar"

Es muy buena la diferenciación que hace Dávila entre el fotoperiodismo y el documentalismo, definiendo a este úlitmo como el trabajo fotográfico que representa una realidad determinada, sin la restricción de tiempo y de tema que impone la mecánica del fotoperiodismo, con asignaciones, fechas límite y posterior edición, muchas veces no condicionada al ojo de un editor gráfico porque después de todo, "¿quién no puede opinar y hasta elegir una foto?". Robert Redford en un reportaje reciente hace una disquisición similar entre el periodismo en todas sus formas y la realización de documentales, marcando a éstos como los herederos del verdadero periodismo de investigación.

De esa falsa épica a la que se refiere Dávila, que tanto tiene que ver con el ego hay decenas de ejemplos, pero seguramente el más notorio sea el de Kevin Carter y su icónica foto del niño con el buitre detrás.

De todos modos en lo que no estoy de acuerdo con Dávila es cuando él dice que el documentalismo no cambia el mundo. Por supuesto que lo cambia en por lo menos tres direcciones. Cambia al fotógrafo por haber elegido un determinado sujeto de interés alineando temas y situaciones detrás de una idea, cambia a los fotografiados cuando sienten que alguien perpetuará su imagen, la muestre o no la muestre, y finalmente cambia al espectador de esa foto al abrile la cabeza hacia el conocimiento de otra realidad y al convertirlo en agente de transmisión hacia otros de la representación de la que fue testigo.

El fotorreportero fotografía de la misma forma que un músico crea. Primero lo hace para sí casi como una compulsión. Luego eligirá la forma en que lo muestre. O no.

Gracias a Fernando @fer317

sábado, 24 de marzo de 2012

La tapa racista de la revista Hola y la respuesta de la revista Soho, en Colombia



En 2011 la revista Hola de Colombia publicó una muy polémica tapa con las mujeres de la familia Zarzur, una de las más poderosas de ese país, que parecía más una ilustración medieval que una foto moderna. A pesar del posterior pedido de disculpas de la familia y de la revista los ejemplares fueron distribuidos con el cosecuente daño a una sociedad donde, al menos el 20% de la población tiene ascendencia negra.
Un año después, cuando las aguas se habían aquietado la revista masculina Soho recordó el traspie de Hola publicando una foto que parodiaba aquella de las mujeres Zarzur, con cuatro consagradas modelos colombianas como protagonistas, Vanessa Parra, Yésica Paola Montoya, Belky Arizala y Diana Mina.
Daniel Samper, director de SoHO dijo en twitter: “En tu cara, @Holacom http://t.co/qTjDQiXg”
Vía Clases de Periodismo